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Opinión

Una imagen, mil palabras

Alcides Castagno

Por Alcides Castagno

Siempre se dijo que, si no se registra, no existe. Seguramente fue un fotógrafo o un camarógrafo quien acuñó tal sentencia. Sin embargo, el que creó la fotografía fue el pintor y decorador francés Louis Daguerre, quien, por medio del sistema que se llamó daguerrotipo, lograba reproducir una imagen. Hasta entonces, los retratos sólo se conseguían siendo pintor. No extraña entonces que Daguerre haya sido pintor y escenógrafo antes de lograr la primera imagen fotográfica: en segundos podía lograr lo que, pincel en mano, demoraba semanas. La luna fue la modelo elegida el 2 de enero de 1839 para que quede registrada en una placa de cobre revestida en yoduro de plata, inaugurando así la era de la fotografía.

En Santa Fe, el primer fotógrafo reconocido fue el italiano Pedro Tappa, radicado en 1862. Habitó en la capital provincial durante 20 años, con su negocio de "retratería" (así lo llamaba) y luego se radicó en Rafaela, para fotografiar a los primeros colonos. Su domicilio estaba en el actual Bulevar Hipólito Yrigoyen al 230, a metros de la esquina con Chacabuco. Allí también vivió un tiempo Remo Pignoni cuando niño. La casa acaba de ser demolida, después de estar mucho tiempo abandonada.

Foto Galassi

Emilio Galassi merece un capítulo especial en la historia de nuestras fotografías. Llegó desde Italia en 1853, se instaló en Buenos Aires con una casa de fotografía. En 1900 se mudó a Rafaela, donde inauguró un negocio similar en Bulevar Lehmann, donde tiempo después funcionaría la primera Radio LT28.

Vivaz, ingenioso y hábil para insertarse en la sociedad, Galassi utilizaba el sentido del humor como medio de comunicarse con la gente. Fundó la revista Luz y Sombra el 1° de septiembre de 1912, que definía como "seria, cómica, lírica, astronómica y bailable. No se vende, ni se compra". En esa publicación se describía a sí mismo como "un hombre de ciencia, artista fotográfico, vale decir fijador de bellezas plásticas y de fealdades plásticas también; por su estudio desfilan procesionalmente todos los que en un momento de desprendimiento quieren fijar en la placa algún instante memorable, el casamiento, el bautismo, el primer traje largo, la primera pamela de lujo, todo eso conservan las gelatinosas placas, a las que les importa un comino lo que reflejan, porque de lo contrario no resistirían sin romperse ciertas impresiones".

Emilio Galassi integró el grupo fundador del Club Social, del que fue presidente y dijo de sí mismo "allí ha demostrado que es un tigre en cuestiones de bailongo, farra y batifondo". También presidió la Sociedad Italiana, fue vicepresidente de la logia La Antorcha y fue elegido para integrar el primer Concejo Deliberante, del que fue también vicepresidente.

Por su estudio desfiló la mayoría de los habitantes de Rafaela y de la zona próxima, no sólo por su buen gusto sino también por su trato cordial, amable y su don de gentes, que lo convirtieron en un verdadero protagonista de la ciudad. En otro párrafo de su autodescripción en la revista Luz y Sombra dice: "Es un riquísimo tipo, que se peina todo para atrás y todo para arriba; como ustedes podrán ver es uno de los colaboradores artísticos de esta importante revista y es además uno de los campeones de truco de la localidad".

Adelina Bianchi recoge una anécdota de la oportunidad en que Galassi retornó de un viaje por Europa; como sus amigos insistían en agasajarlo, pidió la quinta de Enrique Colombo, ubicaba en la Avenida Italia. Fijado el acontecimiento para el 7 de diciembre de 1913 a las 11:30 hs, envió a sus invitados una tarjeta con el detalle del menú, "deseándoles un apetito fenomenal y que no faltará nada de lo que haya: Fiambres surtidos, con tenedores naturales; Pollos al horno crematorio; Gallinas cocidas en agua blanca Casanovas; Chivitos a la Tristifuque, guarnecidos a sorpresas; Verduras de varios colores verdes; Frutas ecuatoriales: coco de la India, cocos de la noche, cacos de la Jefatura. Frutas polares: frío al aceite, hielo a la parrilla, limonada de Roger. Falto de vinos". A pesar de tales disparates humorísticos, la fiesta duró todo el día y no faltó absolutamente nada.

Sucesión

Finalizado su periodo como concejal, Galassi retornó a Buenos Aires. Su hija Laura se casó en Rafaela con Clariso Hereñú, quien continuó al frente del estudio fotográfico. Un hecho lamentable, relacionado con el registro de lo que don Emilio realizó en Rafaela, fue que un baúl lleno de negativos y copias fue incinerado, a falta custodios conservacionistas, perdiéndose así un importante documental de la vida de los primeros años de Rafaela. Galassi falleció el 10 de agosto de 1941.

En la ruta de la fotografía, atravesando los sucesivos y cada vez más frecuentes cambios tecnológicos, recordamos los nombres de Kammerer, Conti, Storino, Parola, Previderé y tantos que, como profesionales o aficionados, fueron dejando plasmada la imagen de una sociedad diversa; una imagen que, aunque no reemplaza a mil palabras, sintetiza los momentos inolvidables.

Fuente: Blanca Stoffel

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